Atención: Este texto ha sido escrito mientras sonaba esta canción (pincha).
Es recomendable que no deje de ponerla mientras lee el fragmento, para así augmentar el efecto de la narración, Gracias.Dicen, que cuando llegas a una edad, abandonas el lápiz. Lo sustituyes por una especie de bola, generalmente de acero, que en contacto con el papel rueda, y dosifica la tinta como un desodorante de bola. Y no, no creáis que por ser un bolígrafo, parecido a la pluma de hace tiempo, es el instrumento ideal para escribir. Ni para escribir ni para nada. Porque la vida, no se compone de impregnar pegotes de tinta en un hoja. Se compone de coger un lápiz y dibujar el trazo bien firme.
Sí, es él, el chico del lápiz, ese que a pesar de estar a punto de entrar en cualquier tipo de carrera, usa el lápiz mil veces antes que el boli. Porque la vida, a pesar de que consista en dejar huella, a veces, las huellas que dejamos no son más que equivocaciones, de esas que cometemos mil veces al día, y que nos gustaría borrar. Y que un trozo de tinta blanca encima, como es el típex, no es lo mismo que borrar con una goma. Porque sea como sea, esa vivencia nunca desaparecerá, pero no es lo mismo taparla y que no se vea, a borrarla, ver como poco a poco van saliendo trozos de goma hasta dejar un fino rastro de lo que en su día dejó el lápiz. Porque no es lo mismo ver como desaparece, ver como el problema se disipa en minúsculos trozos de goma, que querer tapar algo con falsas sonrisas y saber que aún así, siempre estará bajo el típex.
Es por eso que él, aún así, día a día, usa el lápiz. Es así como él aguanta frases como ''ya va siendo hora de que madures y uses el lápiz'' o ''¿Qué pretendes examinarte con eso?''.
Él, risueño a todas esas preguntas, se mantenía fiel a ese trozo de madera con el que había vivido mil y un momentos. Que era con ese pequeño instrumento, con el que un día dibujaron a la persona más bella del mundo. Que era con un lápiz, como un arquitecto diseñaba esas casas en las que viven ahora. Y sí, da igual, porque el ha estado presente en todos tus comienzos, en todos tus finales. El ha estado cuando dibujabas, incluso cuando te ibas a acostar, y te miraba desde el lapicero. Es absurdo, pero si el lápiz valiera tan poco no existiría un ''lapicero''. Que al fin y al cabo todos hemos cogido lápices del ikea, o nos hemos puesto uno detrás de la oreja. Porque el, es una fuente de inspiración en sí misma, porque hace del artista un auténtico héroe. Porque fue el, el que escribió mil cartas a tu lado, porque fue el, el que te hacía levantarte en clase para ir a sacar punta, incluso cuando no tenías que sacar y solo querías estirar las piernas o hablar con algún compañero de clase.
¿Sabéis? El nunca dejó de querer a su lápiz. Era con él, con quien podía dibujar la sonrisa de esa chica de clase, que para ella él no existía, pero que para él, le provocaba dibujar corazones por el margen de una hoja. Un simple lápiz, que pudiera borrar todas las huellas. Un simple lápiz y a trazo firme, que le dejara escribir su vida, sin que nadie se metiera con el como la escribe. Porque cada persona es un mundo, porque su mundo estaba escrito a lápiz. Sin tachones porque te has quedado sin típex, ni lágrimas encima de tinta porque estás triste. Él hacía que fuera único ese trozo de madera, porque para él, no había más seguridad que tener un lápiz, y saber que podía borrar.
Que quizás él solo era un chico inseguro, intentando que alguien comprendiera ese miedo a equivocarse que tenía. Porque sí, porque esa chica de clase, siempre existió para él. Que era la única forma de mantenerla viva, junto a él, ahora que se había ido para siempre. Porque un simple lápiz, le hacía sentir al lado de ella, le hacía vibrar, le traía los recuerdos que ella siempre le había dado. Porque él siempre estuvo al lado de ella, siempre que él pudiera dibujarla. Era tan mágica a lápiz, que parecía que se fuera a salir del papel. Que se estuviera moviendo dentro de él o incluso fuera a saludarle desde ahí. Dicen que incluso a veces, él podía verla sonreír. Aunque algunos afirmen que solo veía esas cosas porque la echaba de menos.
Pero que más magia quieren, que una cosa tan simple, abriendo la imaginación, incluso las puertas a otro mundo. Porque su mundo estaba junto a ella. Porque la sentía cerca si tenía la seguridad de usar un lápiz. Porque ella siempre usó un lápiz cuando estaba con él, y él siempre la pintó a lápiz para no perderla.
Dicen que su cuarto, estaba lleno de dibujos a lápiz de ella, lleno de letras, de frases a lápiz que posiblemente hubiera dicho ella. Dicen que se pasaba horas encerrado ahí, como si los dibujos fueran a hablarle.
Porque a pesar de todo, era un simple lápiz que la traía de vuelta. Porque solo a veces una cosa tan simple, podía llenar de magia la vida de una persona.
Porque quizás ella no vaya a volver nunca, pero quizás él nunca dejó que se fuera.
¿Cómo estáis familia? Siento no haber acabado aún con todos los blogs, me falta pasarme por unos cuantos, y lo haré, tened paciencia. Como veis estoy tardando bastante en publicar entrada tras entrada, y es que ando un poco apurado de tiempo, así que siento ir atrasado en algunos blogs. Me pasaré pronto, lo prometo. Y me pasaré por los que ya me he pasado en los siguientes días. Gracias por seguir comentándome y leyéndome a pesar de todo. Recordad que siempre podéis echarle un ojo al blog literario:
devora-historias.blogspot.com (pincha para entrar)
Se os quiere y esas cosas.
Quien sabe, quizás que te dibujen a lápiz tambien sea uno de los efectos colaterales de estar muriéndose. Con la imagen de Bajo la misma estrella ya me has ganado Leo, y si a eso le sumamos esta historia tan conmovedora... Siempre habrá gente que viva con un lápiz entre los dedos agarrado bien fuerte, y gracias a dios.
ResponderEliminarTodos tenemos miedo a equivocarnos, a no conseguir aquello que queremos, a echar de menos con el paso del tiempo... Hay imágenes incapaces de ser borradas, ya estén a boli o lápiz, seguirán siempre con nosotros, nos guste o no... Pero son esas cosas las que nos hacen ser como somos, las que nos completan, las que nos acompañan hasta en los malos momentos, porque hay veces que nos sentimos tan solos, que solamente un lápiz y un papel pueden hacernos volver a aquellos instantes de felicidad.
ResponderEliminarMe ha encantado, Leo, gracias por pasarte :)
¡Un beso muy muy muuy grande! <3
Hazel Grace & Augustus Waters♥
ResponderEliminarEs cierto que el lápiz puede capturar cosas increíbles que ni las imágenes de una cámara pueden. También noté por ahí algunas metáforas, creo, me fascinan(:
Además la canción queda perfecta, es hermosa :3
Adoro como escribes, como siempre. Esta entrada la amé un poco más que las demás, no sé por que.
Muchos abrazos ( de oso )
Me gusta como piensas :) La verdad es que nunca había leído un texto tan reflexivo (ni con nada más complicado que el lápiz). Yo la verdad es que prefiero el boli, ¿qué mejor placer que meter tachones (y que manera de desahogarse mejor)? pero cómo tu siempre tienes razón, te dejo :)
ResponderEliminarMi Gus T.T
Se te quiere
Personalmente no me gustan los lapiceros, siempre he preferido escribir con un lápiz, ademas siempre he tenido la sensación de que mi letra queda mas linda cuando esta en lápiz, o quizás es solo porque siempre me da mas ánimos de escribir cuando tengo un lápiz en las manos que cuando tengo un lapicero. Mañana entro por primera vez a la U, y no llevare un lapicero sino un lápiz, espero siempre hacerlo de esa manera, porque me gusta mas.
ResponderEliminarMe encanto este texto, me hace recordar tantos textos, tantos momentos en el colegio al que ya no volveré, porque el ultimo año para mi fue a lápiz. Hermoso que te inspires en lo que para muchos seria "un simple lápiz". Hermosa foto. Me hace pensar en toda una historia...
Besos ♥
El lápiz siempre me dio mucha más seguridad para escribir, aparte es mucho más prolijo a la hora de borrar. El problema es que, con el correr de los años, muchos textos que escribí se fueron borrando. Así que dejo el privilegio de usarlo para cosas menores.
ResponderEliminarEn fin, me encantó el texto y me parece que redactas muy bien. Ni hablar de la foto de Augustus y Hazel, the fault in our stars se convirtió en mi libro preferido a pesar de haberme roto el corazón -y sigue sin repararse-. Es inexplicable lo que John causó en mi con esa historia.
Te mando un beso enorme, un placer leerte.
Hola
ResponderEliminarSabes yo en lo personal prefiero mil veces el lápiz antes que el boli. siento que mi letra queda más linda ademas que si eres un desastre como yo siempre termino manchando con la tinta, no me preguntas como es que pasa esto porque ni yo misma x3. Ahora en cuanto lo que has escrito es demasiado perfecto, maravilloso creo que se queda corto al describirlo.En especial la última frase que has puesto
"Porque quizás ella no vaya a volver nunca, pero quizás él nunca dejó que se fuera."
Saludos Leo♥