4/2/13

Muerto, así me sentía... III



Sé que no lo queréis. No sé si lo sentís o si realmente no lo habéis sentido nunca. ¿Sabéis? Sé que dije que avisaría antes, o que al menos lo pondría en algún lado, pero pensé que así vuestras respuestas cambiarían, y yo no quería que cambiaran respecto a nada. Más bien suelen ser libres, sin experiencia propia, pero esta vez no era así. Ya sé que no sabéis de que os hablo. Por eso mismo, voy a aclararos esa pequeña duda.
Me llamo Leonardo, tengo 16 años, y soy el chico de las dos entradas anteriores.
No es inventado, nada lo es. En ningún momento. Cierto es, que escribía las entradas cuando peor me sentía, cuando ya no sabía realmente que era lo que quería hacer. Era por eso que pedía soluciones, no para arreglar mis problemas con ellas, sino para saber que sentíais vosotros leyendo mis entradas, para saber que era lo que pensabais, y lo que haríais si fuerais vosotros. Y es cierto que me encantaba leeros, que me reconfortaba demasiado.
También es cierto, que nada de todo esto siento ahora, porque como ya dije, esto es una montaña rusa, bajas, subes, y vuelves a bajar antes de volver a subir. Así me sentía el fin de semana pasado, que me sentí increíblemente mal, y lo único que hacía era escribir directamente sin pensar en nada y enseguida publicarlo.
Hoy por hoy tengo que rectificar un par de cosas.
La primera es que mi padre no es tan monstruo como parece. Él fue la segunda persona en quererme y aceptarme tal cual era. Él fue quien me llevaba por los parques encima de sus hombros. Fue él, el que me regañaba cada vez que llegaba a casa y no me ponía a hacer los deberes. Fue él el que estuvo ahí cuando me caía. Vale que me grita a veces más de la cuenta, pero el siempre ha dicho que soy un vago, y que es por eso que si quiero hacer las cosas, necesito espabilarme.
Grita por mi bien, aunque para mi no lo parezca.
Es él que dice que cuando sea padre lo entenderé todo, que él también le decía estas cosas a mi abuela.
Es él, quien me da de comer, quien me cuida, quien me da las buenas noches todos los días. Es él con quien más me peleo. ¿Pero quién dice que eso no sea una forma de demostrar nuestro amor? Ahora discutíamos más que nunca, cierto. Pero quizás es que voy creciendo y me encaro más con él, o quien sabe. Que nadie dijo como ser padre nunca.  Que estará para cuando más lo necesite, y que me defenderá hasta que no pueda decir ni una palabra más. Es mi padre, me quiere, le quiero y eso no lo cambiará nadie.
¿Sabéis? Mi padre es la persona que más sonrisas mías se merece, y al final es el que peores caras se lleva.
La segunda, es que quien algo quiere algo le cuesta, y es por eso que o se aprieta, o te estancas. Así de claro. Los estudios están hechos para estudiar. No es que yo no estudiara, es que en los exámenes nunca salían las cosas como tendrían que salir. A día de hoy, dicen que a estas alturas, los ''es que'' no sirven de nada. Que si estoy donde estoy es porque lo he escogido yo. Y no es que fuera muy muy mal, para nada. Simplemente me fallaban dos asignaturas, pero yo, que me había pasado la vida yendo bien siempre, era un palo que se me atragantasen dos asignaturas.
Y tercera. Sí que existen esos amigos de los cuales hablé. ¿Sabéis? No creo que se hayan olvidado de mí sin querer. Mi padre siempre me ha avisado de que dos personas que consideraba ''amigos'' solo era a conveniencia. Por alguna extraña razón yo nunca había querido creer eso. Hasta que hace uno, dos años, me empecé a tragar ese cuento. Y es entonces, que cuando abres los ojos observas que hay una persona que vive a costa de tu sombra. ¿Nunca os ha pasado? ¿Nunca habéis tenido una persona que está ahí, sí o sí, siempre? Y es cierto que lo estaba. Y es cierto que desde hace años. Y mucho más cierto es que no podía quitármela de encima. Aunque quizás, es mejor tenerla como amiga a enemiga ¿No?
Nunca había sentido la sensación de tener un ''mejor amigo''. Quizás eso era una de las cosas que más le faltaban a mi vida, el sentirse querido por alguien, que sabes que estará ahí, siempre. Que no te juzgará por cualquiera de tus actos, o que incluso se añadirá a ellos para reírse contigo después. Que te llamará cuando peor estés preguntando por ti. Que al acabar el examen sea él, el que se acerque a preguntarte que tal te ha ido, o que simplemente cuando te vea la cara de lejos, ya sepa que no ha ido bien. Ese con quien salir con quien divertirse. Ese que sabes que te dirá la verdad por mucho que duela. Ese que estará para lo bueno y lo malo, porque para lo bueno siempre hay gente, pero para lo malo...
No sé, supongo que a medida que crezca, irán desapareciendo personas de mi vida, y a la vez, surgiendo nuevas. Espero que las que vengan, alguna de ella quiera quedarse para no irse. Y si se van, un beso y que les vaya bonito.
A día de hoy, me siento bien. Normal diría yo. Como ya dije, escribí sintiéndome mal, y de hecho, cuando peor estás es cuando más pesimista te sientes, y si ya eres pesimista de por ley, imagínate.
Me sentía agobiado, devorado. Malgastado de esta vida que no deja de tirarme. Porque la vida siempre te tira. Y se vive a cada vez que te levantas. Creo que no he hecho nada tan malo, para levantarme un día y no solo sentir que todo se había ido, sino que yo también me había perdido entre todo aquello. Que estaba tan hecho añicos, que yo mismo no podía volverme a recomponer. Que cuando dentro quema, o apagas el fuego, o te consume. Pero a pesar de que ningún día estaba siendo fácil para mi, me levanté. Y empecé a vivir otra vez. La vida es esa variable de subir y bajar. Es ese camino de sentido único. Es ese querer y no poder. Es ese ojo por ojo y diente por diente. Es ese a lo hecho, pecho. Que al mal tiempo buena cara, y que después de la tormenta viene la calma. Aunque también dicen que las cosas nunca cambian. Que aquello que sube baja, pero que el agua que pasa no mueve molinos. Que si te pica, te rascas, y que lo que no mata, te hace más fuerte, aunque muerto el perro se acabó la rabia. Que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero a quien madruga dios le ayuda. Que quien la sigue la consigue, que quien no arriesga no gana. Que el que tiene boca se equivoca pero que rectificar es cosa de sabios. Que a palabras necias oídos sordos, que no hay mayor ciego que el que no quiere ver. Que si das la mano te cogen el brazo, que la confianza da asco. Que quien avisa no es traidor, que si te he visto no me acuerdo, que más vale solo que mal acompañado. Que las apariencias engañan y que no es oro todo lo que reluce. Que si escuece es que cura. Que todo el mundo merece una segunda oportunidad pero que segundas partes nunca fueron buenas. Que el que no corre vuela. Que más vale pájaro en mano que ciento volando aunque la curiosidad mató al gato. Que el que calla otorga, y que la mejor defensa es un buen ataque. Que la venganza se sirve en plato frío, que no hay mal que por bien no venga, que un clavo saca a otro clavo y que ojos que no ven, corazón que no siente.
Para mí, la vida era el conjunto de todo esto. A lo largo de la vida, han existido miles de personas, y siempre me he preguntado porque ninguna ha echo un manual de la vida. Porque todo el mundo se ha preguntado alguna vez porque esta no viene con instrucciones. Vale que no todos podemos vivir igual. Pero al menos unas normas básicas tendrían que recopilarse. Y entonces me dí cuenta que no necesitaba ningún manual de instrucciones. Que todos los refranes habidos y por haber que conozco, y muchos más que no he puesto, son la base de la vida. 
Que la familia es más importante que los amigos.
Que los estudios son lo más importante de cara a un futuro.
Que nunca te tiene que faltar el cariño de la gente. 
¿Sabéis? Quizás no tenía tanto por lo que quejarme, que no quiere decir que no haya, pero son problemas, como los que tiene cualquiera.

¿Cómo estáis? A mi me queda esta semana y dos días en la siguiente de exámenes. 
Siento la extensión. Siento no haber dicho antes que se trataba de mi, pero como he explicado al principio, no quería que variasen vuestras soluciones dependiendo del sujeto. Aún así que nadie se alarme que estoy bien. A día de hoy puedo decir que hace dos fines de semana de esto. Y que no solo eso, sino que este fin de semana pasado, estuve muy orgulloso de mi padre. En el último párrafo he intentado poner bastantes refranes conocidos, pero si sabéis de alguno que es conocido y no he puesto ya sabéis que tenéis los comentarios a mano para cualquier cosa.
Respecto a eso quiero daros las gracias. En estas últimas entradas, comentarios no me han faltado, y no sé como agradeceros esto. Simplemente sois geniales y espero que sigáis conmigo mucho más tiempo, porque nunca me falláis cuando os necesito, y os he cogido cariño.
Por otro lado agradecer a Yaiza el avisarme del ''echo'' que es ''hecho''. Sé que es así, pero escribía rápido y sin pensar y de todas formas suelo tener problemas con esa palabra y con la de ''si no'' que lo escribo como ''sino'' y junto está mal. Si alguno ve alguna falta y quiere avisarme no me molesta en absoluto, es más, mejoro mi ortografía, aunque no creo que la tenga tan mal. 
Fallos tontos los tiene cualquiera ¿No?.
También, y como la chica de los chicles leyó y supo de donde venía, ''es difícil volar cuando esperas la caída'' es una frase de una canción de maldita nerea que me gustaba y que podéis escuchar pinchando en el nombre. 
Creo que no me queda más que decir.

Me pasaré por vuestros blogs durante esta semana y el finde.
                                                                                                                                 Leo

6 comentarios:

  1. Qué bueno que estás mejor. Sería feo seguir igual que antes.
    Esos textos me gustaron demasiado, no estaba segura de preguntarte si habías pasado por eso o no, y ahora lo dices solo.
    Bueno, espero te vaya bien en todo.

    Besos♥

    ResponderEliminar
  2. En cierto modo yo ya intuía que eras tú. Digo, la forma en que lo expresabas... Por esperiencia sé que es difícil imaginar cosas así si no las has pasado, pero me alegro muchisimo de que ya estes bien, en serio, me tenias preocupada! Que espero que todo siga bien, y dale un abrazo a tu padre de vez en cuando, aunque sea de mi parte, por haberte criado tal cual eres(:
    Un beso y gracias por mencionarme!!

    ResponderEliminar
  3. Sabes? Al momento en que comencé a leer el primer escrito me imaginé que se trataba de ti y estaba un poco convencida ya...
    Leo, lo has dicho todo ya y de la manera más razonable...Creo que ya has mencionado todos los refranes que yo conozco jajaj
    Me alegra que estés bien, espero que sigas así!!
    Besos^^

    ResponderEliminar
  4. Leo, bueno me alegro que ya estés mucho mejor, a nadie le gusta estar pasando por momentos difíciles.

    Me alegro que aclararas lo de tu papá, muchas veces el lector se puede confundir, muchas veces los papas hacen lo mejor por nosotros,ellos serán los únicos que estarán allí para nosotros.

    Espero que todo este mucho mejor.
    Besos:)

    ResponderEliminar
  5. Yo pensaba que eras tú al principio, en la primera entrada, pero rápidamente descarté la idea. Luego me dije que alguien que describe algo tan bien sólo podía ser alguien que hubiese pasado por esa situación pero nunca lo tuve claro...hasta que he leído la entrada.
    Me alegra que ya estés mejor, es difícil salir de esas cosas porque (yo al menos) cuándo estamos tristes lo vemos todo tan gris que nos parece mejor estar así y lo vemos mucho más fácil que luchar para ser felices que parece un esfuerzo enorme...

    Me han encantado las tres entradas, como ya comenté yo "quería" que ese chico existiera porque era especial y parecía que no estaba tan solo en las entradas sino que estaba como dentro de cada uno de nosotros...y mira por dónde ese chico eres tú. Así que ya sabes que pienso que eres especial :3

    No creo que mis comentarios hubieran variado mucho pero quizás no habría dicho lo que dije sobre tu padre...lo siento. Supongo que al tener tan solo unas pocas palabras sobre él pues me puse en lo peor. Pero ya veo que es un buen padre :D

    PD: me ha gustado tu 'refranero popular' xD

    Un abrazo Leo!!

    ResponderEliminar
  6. Siento pasarme tan tarde, leí la entrada hora después de que la subieses, pero no me vi con suficientes fuerzas como para comentarte.
    Debo de ser la única ingenua e inocente que no dedujo que eras tú el que sufría, la verdad que me ha dado una vuelco.
    Sí que es verdad que para escribir una situación con tanta exactitud como la tuya hay que vivirlo, pero nunca quise pensar que podría ser el caso de que lo estuvieses viviendo ahora.
    Supongo que si el día que lo escribiste te encontrabas mejor hoy no va a ser menos, o eso espero, porque lo que tú has vivido no se lo desearía a nadie.
    También espero que no vuelvas a tener que pasar por ello nunca más, la verdad que esto va por rachas, y todas las personas que conozco, y que merecen la pena, han sufrido este tránsito a nuestra edad.
    Por otra parte me veo reflejada en lo de tu padre, solo que yo nunca he tenido el buen fondo que tienes tú para reconocer todo lo que has dicho, así que has conseguido, de nuevo, que me replanteé muchas cosas.
    Un beso Leo, e intenta seguir bien.

    ResponderEliminar