Adiós 2012. Hola 2013.

Un año más, otros 365 días más; y aunque lleguemos a ese fin del mundo, siempre habrán momentos, palabras y personas que llevaremos con nosotros, vayamos donde vayamos, estemos donde estemos. Porque este 2012 ha sido increíble. Porque en un año, pueden pasar millones de cosas, puedes estar con mil personas y llegar a conocer a otras tantas; puede ser que algunos vengan y otros se vayan, pero es lo que hay, unos llegan para quedarse y otros se van para ser recordados. Pero tanto unos como otros, forman parte de nosotros, forman parte de como somos, porque el mero hecho de conocer a esas personas... ya nos cambia, nos influye, nos hace aprender, mejorar y seguir adelante. Y queramos o no, forman parte de nuestro año. Porque un año es mucho tiempo, tiempo de días buenos y días malos, tiempo de risas y llantos, tiempo de amores y desengaños, tiempo de estresarse, de desear con todas tus fuerzas el verano y ese extraño calor, tiempo de disfrutar, tiempo de vivir... y no te das cuenta y vas por la calle con el frío en los huesos, miras hacia arriba y lo ves, las luces de navidad; es tan simple como esas tardes de frío, de lluvia tumbados en el sofá, junto a la chimenea con o sin compañía. Pero son todos y cada uno de los momentos que nos hacen sentir lo que debemos. Los que nos recuerdan como somos, lo que tenemos y lo que queremos. Porque ya está aquí, el fin de año y si este acaba bien, el 2013 empezará aún mejor, porque las cosas cambian sin ton ni son, porque hay personas que creías conocer, otras a las que juzgaste sin darles una oportunidad... las hay que siempre han estado ahí aunque no te dieses cuenta, y comprendes que a veces te entiende mejor gente que acaba de entrar en tu vida, que la que te conoce desde siempre; entiendes que ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos. Que las casualidades existen, que las sonrisas pueden ser dibujadas, que hay cosas inevitables, que nunca debes decir nunca, que querer es poder y que nada es lo que parece ser.
No podría despedirme sin antes dar las gracias, a las personas que han estado ahí, a pie de cañón, cada día, sin importar nada más. Las que a pesar de como soy se han quedado conmigo y prometen o parece que han tomado esa elección por mucho tiempo... y a quien se fue, un beso y que todo vaya bien.
Os quiero, a todos, por lo que sois, por lo que me habéis dado y seguiréis dando siempre.
Sí tú, quien lee esto.Gracias por todo.