No caigas de nuevo en la espiral del terror, del oldio y de la pasión.
No te dejes hundir una vez más por sus vacías promesas.
Puede que en el momento que lo diga, sea cierto. Pero te aseguro que se arrepentirá de haberte dicho aquellas palabras tal y como ha hecho estos meses.
No dejes que sus ojos te cieguen, mira por los tuyos propios y date cuenta de que sólo te usa.
Es una lástima tener que abrirte los ojos de esta manera tan dura, con palabras que desgarran como cuchillas, pero he de hacerlo, porque no soportaría verte sufrir una vez más.
Dime una cosa.
¿Estarías dispuesta a volver a sufrir por tercera vez sólo por tenerlo un par de meses más?
Muy bien, así es.
Aunque duela, aunque queme, aunque mate, debes hacerlo.
No evites la verdad cubriéndola con mentiras y dolor.
Enfréntate a ella como una heroína, porque eso es lo que eres.
Deja que el dolor se disipe por su cuenta, no busques remedio en su sonrisa que se volverá contra ti de un momento a otro.
Creéme.
Sé fuerte y gana la guerra.
1/10/11
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