Ah, el dolor.
Conocida palabra para mí.No es un sentimiento ajeno del que sólo he oído hablar. No; yo lo he sufrido y también provocado, lo he superado y aumentado.
Me han hecho mucho daño en muy poco tiempo, dejándome perdido y sin rumbo, dejándome con pocas ganas de continuar.
Pero aquí estoy.
Renovado, poderoso, invencible.
Decidí dejar aparte aquel inútil dolor, cambié de vida, de aspecto, me hice fuerte y no pienso rebajarme de nuevo a tu nivel para permitir que me hagas daño de nuevo. Me refiero a ti. A ti, a la vida, al amor, a la locura, a la pasión, al deseo, a la belleza. He llegado a odiarlo todo, a tirarlo todo por la borda, y me he hundido tan bajo en el suelo que el calor del infierno me acariciaba la piel. Sí, lo admito: no he sido una persona muy fuerte. Pero eso ha cambiado. Saluda a tu peor pesadilla.
0 comentarios:
Publicar un comentario