22/8/13

Escritor de finales felices VI




Atención: Este texto ha sido escrito mientras sonaba esta canción (pincha) dentro de la gramola.
Es recomendable que no deje de ponerla mientras lee el fragmento, para así augmentar el efecto de la narración, Gracias.

Hacía tiempo que no me pasaba por aquel pequeño bar. Era muy antiguo, pero supongo que yosiempre fui así. Un escritor triste, en busca de algún pequeño sitio donde refugiarse. En aquella Gramola, sí, ese aparato con luces de neón antiguo en el que sonaba una pequeña canción. Eso solo podía recordarme a la misma canción que oí cuando los conocí. Estaban aquí mismo, en la mesa del frente. Se reían, parecían tan felices.
Suspiré al saludar al camarero una vez más. El asintió, y me dejo la mesa de la esquina, porque esa era mi mesa desde que me pasaba por aquí. Desde aquella mesa pude contemplar como se llenaba este sitio, y como a la vez, quedaba en lo que es hoy, nada. Pero no nos engañemos, quizás no hablo solo de este sitio, sino de ese chico, que conocí cuando estaba con ella. Nunca volvió a ser el mismo desde entonces. 
¿Nunca habéis oído eso que dicen, que la gente se lleva un pedacito de ti? Seguro que no os lo podéis imaginar, porque yo hasta que no los vi, no sabía que se podía ser tan feliz con alguien. Eran dos siendo uno, o siempre fueron uno desde el primer momento. Venían por aquí, muy a menudo, día sí, día no. Y ojala no tuviera que decíroslo, pero llegó un momento en que solo vino él, y con ese momento también llegó cuando nunca volvió a aparecer por aquí. Quizás él, esperaba que ella volviera, pero él no sabía que ella nunca volvería por aquí, y solo se mataba a sí mismo entre recuerdos, y entre esa vieja gramola que repetía las mismas canciones. Supongo que el tiempo nunca devuelve lo que una vez le dimos. Supongo que hay amores que nunca vuelven. 
El chico de la barra se acercó a servirme lo de siempre, mientras negaba con la cabeza. No, al parecer no había vuelto por aquí, él no lo había hecho. Ella siempre venía a saludarme mucho más tarde de lo que él solía esperarla. Para cuando él se iba, ella se sentaba en esta misma mesa, en frente mío, a contarme sus cosas. Le sentaba bien. No, no la culpéis, no es ella la mala de todo esto. Días después de que dejaran de aparecer juntos, fue él, el que vino a mi mesa, vino a preguntarme si la había visto, yo le negué, y le ofrecí asiento. Él me contó, que la ilusionó, que la enamoró y que le hizo creer que ella era su vida, cuando tenía más de una vida. Que se sentía flotando cada vez que ella le acariciaba, le abrazaba, que sus besos eran únicos, y que los momentos que ella le regalaba, sin duda eran increíbles. Que a veces pensó, que era muy buena para él, pero él nunca pudo dejar de engañarla, dejar de engañarlas. Ella siempre le perdonó, y él se sentía bien al saber que la tonta le quería. Que un día, la oyó llorar detrás del teléfono. Que fue él, él que rompió su corazón, ese en el que él mismo vivía. Se olvidó, paso un tiempo y se olvidó de él. 
Para cuando acabo esa frase, fue la primera vez que le vi llorar. Que era él, el que ahora la echaba de menos, que esperaba sus caricias, sus besos, sus llamadas, sus mensajes, algo, lo que fuera. Que vuelve cada día sí y día también, con la esperanza de recuperar esos momentos que no supo aprovechar y que ella era la única que le daba. Se marchó, se marchó para siempre.

Ahora estoy aquí, esperando a encontrármelo en algún momento. De mientras, por la puerta entra ella, cogida de la mano de un chico, de un chico que quizás sepa aprovecharla. Que están sentados en la misma mesa donde solían estar ellos. Que está feliz. Que mientras ríe la gracia de su novio, me mira, sonríe y me asiente. Yo me levantó, le guiño un ojo antes de salir mientras le pongo la mano en el hombro. Le saludo a él, y parece un chico encantador. Ella pone sus mano encima de la que tengo yo en su hombro. La miro, y ella susurra un gracias. Un gracias por todas las conversaciones que tuvo conmigo. Buenas noches caballeros, suelto antes de salir por la puerta, levantando la mano la camarero. Fuera hace frío, y el suelo está nevado, por lo que me llevo las manos a mi abrigo, y suelto vapor por la boca. Ella se merecía ese final feliz. Porque a veces, las cosas no salen como uno quiere, pero es que hay veces, que uno tiene la oportunidad y la pierde. Ella se merecía eso, y él ya tuvo su oportunidad. 
Porque creyó que ella era su juego, y acabo jugando mejor que él. 
 
Hace tiempo leí una historia parecida a esta, y hoy he decidido que el escritor convierta esa historia en algo feliz, o al menos, para quien se lo merece. 
Quiero agradecer a aquellos que me comentáis a diario, me hacéis feliz, a veces no sé como agradecéroslo. Que escribir es lo mío, sí, pero que si no hubiera nadie leyéndolo, de que serviría escribir mensajes de ánimo, explicar historias, o cualquier otra cosa. Que sí, que sobre todo y por encima de todo escribo para mí y porque me gusta. Pero gracias por ser vosotros, los que me leéis. 
Podéis escribirme para lo que queráis a justmyimaginacion@gmail.com
Podéis mirar el inicio de nuestro blog devora-historias.blogspost.com

Gracias por todos los comentarios de la entrada anterior, sin duda, lo necesitaba. Gracias a ti, por hacerme sonreír un día más. 
Me pasaré por vuestros blogs en los próximos días.
Se os quiere y esas cosas
                                                                                                     Leo

7 comentarios:

  1. Me gustó la historia
    gracias por pasarte

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  2. Qué bonito, Leo, siempre creemos que las historias entre parejas van a terminar mal a raíz de lo que vemos, pero hay veces que la vida es capaz de portarse bien con nosotros, y sí que esa pareja lo dejó, pero es que ella necesitaba a alguien mejor a su lado. Me alegro de que lo haya conseguido :)
    Muy bonita la entrada, ¡un beso muy muy muuy grande! <3

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  3. La salida triunfal del bar me ha recordado a las de castle (lo dan en la cuatro al mediodia)
    Totalmente hechizada por el escritor de finales felices,
    Irati
    Besos a montones y abrazos a millones :)

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  4. Y es que nosotros somos los que decidimos los finales felices.

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  5. Me encanta. Me encanta que siempre sepas como sacar un final feliz a las historias. Me encanta, me encanta, me encanta >.< Adoro el escritor de finales felices hahahahaha creo que sería un libro muy optimista que todos deberíamos tener algún día en nuestras estanterías. (Ójala sea así algun día)
    Me alegro mucho por la chica, la verdad.
    Es precioso la manera en que el escritor puede cambiar todo y hacer las cosas mucho mejores.
    Un abrazo muy grande y gracias a ti siempre por escribir estas maravillas ^^

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  6. Me encantó la historia.
    Abrazo !

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  7. No pude evitar derramar alunas lagrimas con esta historia, es que estoy de un animo... :( donde recuerdo todo lo que ha pasado, porque anoche en una fiesta he vuelto a hablar con mi primer amor, que por cierto no hablábamos hace... 3 años... creo :/ que triste :( creo que yo merezco ser feliz, mientras leía esta historia, me sentí como si yo fuera la chica de la misma...

    Un beso enorme :D

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