¡Hola! Bueno, voy a tratar de ser breve con esto, diciendo que no tengo mucho tiempo para publicar y lo más probable es que la semana que viene no pueda (que lo intentaré) así que por lo que estoy tardando, y lo que tardaré, lo siento. Segundo punto del día, desde aquí felicitar a todos los padres por su día, decir que el 19 también fue el día de la poesía, que el 20 entramos en primavera (que por mi parte, fue una primavera con el cielo muy gris y con fuerte viento) y que el día 22 fue el día del agua. También deciros, y para el que no lo sepa, que este domingo cambiamos la hora, y por lo que a mi respecta, podremos ahorrar 330 millones en consumo eléctrico, pero mi hora de sueño de más se verá afectada. Esto ocurre porque pasamos al horario de verano y a las 02:00 serán las 03:00, y el domingo perderá una hora (y repito, una hora en la que estoy durmiendo). Así que bueno esto es todo lo que respecta a noticiario, y sabiendo la semana de exámenes que me espera y la hora de sueño que pierdo, que es de vital importancia, no he tenido mucho tiempo para escribir algo decente.
En cambio, me ha llamado muchísimo la atención, y espero que lo leáis, el tema del juez del Olmo. Por si alguien no lo sabe, y para que pueda entender mi entrada de hoy (más larga que de costumbre) digamos que dicho juez, ha quitado condena a un hombre, después de amenazar a su mujer llamándole zorra, y que según el juez, no es un insulto, sino que se esta refiriendo a persona sagaz o astuta. Debido a esto, mi entrada de hoy es una carta anónima en respuesta, y que sin duda, me parece que ha dado en el clavo. Dice así:
Estimado Juez, Excelentísimo Sr. del Olmo:
El motivo de esta [...] Paso a exponerle los hechos:
Esta mañana mi tía abuela Felicitas y servidora nos hemos cruzado en el garaje con un sujeto bastante cafre que goza de una merecida impopularidad entre la comunidad de vecinos. Animada por la última sentencia de su cosecha, que le ha hecho comprender la utilidad de la palabra como vehículo para limar asperezas, y echando mano a la riqueza semántica de nuestra querida lengua castellana, mi querida tía abuela, mujer locuaz donde las haya, le ha saludado con un jovial “que te den, cabrito”.
Como una furia, oiga. De poco me ha servido explicarle que la buena de la tía abuela lo decía en el sentido de alabar sus grandes dotes como trepador de riscos, y que en estas épocas de recortes a espuertas, desear a alguien que le den algo es la expresión de un deseo de buena voluntad. El sujeto, entre espumarajos, nos ha soltado unos cuantos vocablos, que no sé si eran insultos o piropos porque no ha especificado a cuál de sus múltiples acepciones se refería, y ha enfilado hacia la comisaría más cercana haciendo oídos sordos a mis razonamientos, que no son otros que los suyos de usted, y a los de la tía abuela, que le despedía señalando hacia arriba con el dedo corazón de su mano derecha con la evidente intención de saber hacia donde soplaba el viento.
Como tengo la esperanza de que la denuncia que sin duda está intentando colocar esa hiena en el sentido de que es un hombre de sonrisa fácil llegue en algún momento a sus manos, le ruego, por favor, que intente mediar en este asunto explicándole al asno expresado con la intención de destacar que es hombre tozudo, a la par que trabajador de mi vecino lo de que las palabras no siempre significan lo que significan, y le muestre de primera mano esa magnífica sentencia suya en la que determina que llamar zorra a una mujer es asumible siempre y cuando se diga en su acepción de mujer astuta. Sé que es usted un porcino dicho con el ánimo de remarcar que todo en su señoría son recursos aprovechables y que como tal, pondrá todo lo que esté de su mano para que mi vecino y otros carroñeros como él dicho en el sentido de que son personas que se comen los filetes una vez muerta la vaca entren por el aro y comprendan que basta un poco de buena voluntad, como la de mi tía abuela Felicitas, para transformar las agrias discusiones a gritos en educados intercambios de descripciones, tal y como determina usted en su sentencia, convirtiendo así del mundo un lugar mucho más agradable.
Sin más, y agradeciéndole de antemano su atención, se despide atentamente, una víbora, evidentemente, en el sentido de ponerme a sus pies y a los de su señora.
Sin más, y agradeciéndole de antemano su atención, se despide atentamente, una víbora, evidentemente, en el sentido de ponerme a sus pies y a los de su señora.
Salude de mi parte, a las zorras de su madre y su señora, en el sentido de mujeres sagaces y astutas”
Sí señor, sí que da en el clavo, sí. Además está muy bien escrita.
ResponderEliminarEspero verte por mi blog en cuanto puedas, pues veo que estás teniendo dificultades para publicar etc.
http://imaginaydesea.blogspot.com
Gracias por pasarte Leeo! (:
ResponderEliminarTenemos que hablar más! Besos(:
yeeeee, me gusto ea ultima parte...jejeje puesto que justo esta mañana, una compañera dijo:
ResponderEliminarUna mujer no es zorra en el contexto de puta, si no por lo astuta que es**
me gusta esta entrada querido leo...Un Abrazo :)
Gracias por pasarte por mi blog, Leo :) me gustó mucho cómo escribes... nos seguimos leyendo :) beso!
ResponderEliminarYaiza: es que me impresionó la carta :) la semana que viene le echo un ojo ;)
ResponderEliminar(K)
Tontorrona: Estoy de acuerdo ;)
(K)
Nathy: jajaja en buen momento la he escrito ;) Me alegra que te guste
(K)
Orne: No hay de que :) Gracias!
(K)