4/8/11

Pérdida...

Hay veces que no le das importancia a las cosas.
Las tienes ahí, y no te das cuenta. Para ti es sólo una rutina, no piensas en lo que ocurriría si no estuvieran.
Pero entonces se van.
Se van y no para volver.
Desaparecen de tu vida, y ahí es cuando empiezas a darte cuenta de que los echas de menos. Te despiertas, esperando volver a verlos como tantos años atrás.
Pero no.
Se van, y no puedes hacer nada por remediarlo.
A veces, las decisiones que te hacen feliz o te sumen en la tristeza no las haces tú.
A veces, tienes que rendirte al destino y afrontar con toda la fuerza que se pueda los obstáculos del día a día.
Siempre hay fuerzas, para todo.
No es un recurso agotable, es algo que se renueva con la determinación que le pongas.
No hay nada insuperable.
Incluso la muerte se supera.
Pero, en ocasiones, una persona demasiado querida, casi un hermano podría decirse, desaparece.
Y no es una muerte, es mucho peor que eso.
Simplemente, se marcha.

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