No elegimos de quién nos enamoramos. Porque no es algo que podamos controlar; no es algo que ocurra poco a poco, es algo que te arrasa como un tsunami.
Y un tsunami no elige qué casas va a destruir y cuáles no.
Simplemente llega y arrasa con todo.
Y un tsunami no elige qué casas va a destruir y cuáles no.
Simplemente llega y arrasa con todo.
0 comentarios:
Publicar un comentario