Una noche al año...

Atención: Este texto ha sido escrito mientras sonaba esta canción (pincha).
Es recomendable que no deje de ponerla mientras lee el fragmento, para así augmentar el efecto de la narración, Gracias.

Podría venir con un buen texto, pero lo cierto es que yo no pretendía escribir hoy. Podría disculparme mil veces más por no haberme pasado aún por vuestros blogs, pero como he dicho, no tenía la intención de encender el mundo blogger. Hoy no quería, y sin embargo, a pesar de todo, estoy aquí por una única causa. No, no toméis esto como mi entrada de halloween, si queréis una, la tendréis, y os prometo que pronto. 
Tomaros esto como lo que a mi mejor se me da. Animar a la gente. Conozco a miles de personas que dejan de escribir porque se sienten rotos, y si algo he aprendido de eso, es que cuando más roto me he sentido, mejor texto me ha salido. Os hablo como un amigo, porque sois como mi familia. Que no se necesita una noche al año para celebrar nada. Que vale, que algunos diréis que la celebración es extranjera, pero que a España siempre le ha gustado la fiesta. Hoy vengo con una receta que me han dejado en la puerta, y que puede que solo sea eso, una receta. Pero que a veces, mirar las cosas con más perspectiva, te hacen sonreír, o esa mera tontería, te alegra el día. Así que como he dicho, no pretendía escribir, pero vengo a dejaros una gran receta, mucho más secreta, que la de la cocacola.


Atención: Remover con tranquilidad y tomar a pequeños sorbos.


Ojos de sapo, patas de rana, que tengas suerte toda la semana.


Alas de murciélago, cola de lombriz, que siempre seas muy feliz.

Cuernos de dragón, que nadie nunca hiera tu corazón.

Dientes de culebra, huesos de chucho, que nunca olvides que te quiero mucho.

Uñas de urraca, que este año, hay que volverse más flacas.

Que escoba escobita, cada año me ponga más bonita; y que caldero calderito que me abunde el dinerito.

Si buena suerte quieres gozar, no olvides esta receta tomar.

Porque la vida, no es quedarse detrás de la ventana observando malhumorado que te han tirado huevos porque no les has abierto la puerta a unos chicos. 
La vida, la vida es simplemente salir a la calle a pedir caramelos. Que puede que no te abran la puerta, pero por lo menos lo has intentado. Que puede que luego los caramelos estén malos, pero que por lo menos no te quedarás con la sensación de no haberlo conseguido. Y sobre todo, nunca pidas solo, porque sea como sea, en la calle de al lado, otro monstruito como tú también está pidiendo caramelos.
Porque la vida, es simplemente eso, encontrar cueste lo que cueste, y con quien tú quieres, un poco de sabor dulce.

Att: Nacido entre muertos.

Querida familia, como ya he dicho, no me he pasado aún, y prometo hacerlo en cuanto escriba lo que realmente quiero escribir, y que espero subirlo antes del domingo, pero me parecía curioso que leyerais esto. Sigo pidiendo vuestra paciencia como siempre, este año es el más duro que tengo por delante, y voy agobiado en mi día a día. Por favor, mil gracias por vuestra paciencia. 
Y en los próximos días intentaré publicar. Para todos aquellos que no habéis votado a la derecha podéis hacerlo.

Quiero agradecer esta preciosidad de entrada a Cece:  Seis mil doscientos cinco días (clicad para entrar)

También darle mis ánimos a Irati, que aunque no pase un buen momento, siga estando siempre conmigo. Si quieres un consejo, no dejes de hacer lo que más te gusta por un sentimiento negativo, a veces, puedes hacer cosas muy positivas con ello, tan solo hay que mirarle el lado bueno.

Y siempre, leo todos vuestros comentarios, aunque no los responda, todos, solo es una media entre 5 o 9 y los leo porque me alegráis el día a día. Gracias por todo, familia.

Me pasaré por vuestros blogs en breve esta semana. 
Se os quiere y esas cosas.