6/11/11
Cuatro meses, ciento veintidós días...
Cuatro meses, ciento veintidós días, aparentemente poco tiempo pero tiempo más que suficiente para que la vida gire de forma inesperada. Cuatro meses, meses en los que mis ojos fueron los únicos encargados de proporcionar agua en mitad de la sequía de Agosto, en los que he bailado, saltado, gritado, odiado y querido, en los que he descubierto que había vida más allá de los límites que yo mismo me imponía: Un mes, treinta días, donde cada día era más sorprendente e intrigante que el anterior, donde cada día era un mundo, y donde el mundo era único cada día. Tiempo insuficiente, pero nada indiferente, meses en los que pensaba en ti cada día al despertarme, en los que soñé contigo durante ciento veintidós noches, donde recé por la inmortalidad de tus besos. Meses en los que intenté reconstruí aquello que estaba más que roto, y en los que me bastó el tiempo que dura un beso, para tirar por la borda aquello que un día conseguimos, días en los que las decisiones se tomaban solas, en los que las opiniones de los demás cobraban vida, en los que la alegría me invadía a medida que las lágrimas desaparecían pero días en los que notaba como te me escapabas. Meses en los que dejas de odiar para aprender a querer, y acabas odiando querer. Días en los que caes como la lluvia, frente a otros en los que creces como la espuma, días tontos y tonto todos los días, sueños rotos, odio reconocido, y un poco de amor sin reconocer, fantasías que ahora descubres que quedarán en éso, en fantasías, calor asfixiante por dentro pero frío al tener el corazón helado, dolor al descubrir que nada es para siempre y alegría al sospechar que otro para siempre aparecerá tarde o temprano, miedo al observar que ya está ahí, y que no puedes dejarlo escapar, a pesar de los gritos de los demás, miedo al pensar que quizá venga para quedarse, y miedo al imaginar que quizá se vaya de nuevo por la puerta de atrás. Cuatro meses, ciento veintidós días, aparentemente poco tiempo, pero tiempo más que suficiente para darte cuenta de que a partir de aquí, ya nada volverá a ser como antes y que finalmente, acabé por perderte para siempre.
vaya maravilla de texto escribiste, es precioso la verdad
ResponderEliminarun beso
Gran texto, yo nunca podré olvidar lo que sentí, ni las palabras dichas, ni las promesas. Si digo la verdad... aun mantengo la esperanza, no se...
ResponderEliminarUn beso :)
Que genial, sin dudarlo, ojalá me escribieran esto amí ~
ResponderEliminarEmm, Soy patri la de mil historias que contar, no sabía que le pasaba a mi blog, que no dejaba que pusieráis comentarios, asique tengo uno nuevo, si quieres pasarte allí lo tengo. Te sigo y todo eso como hasta ahora.
Un besito (KK)
enhorabuena! jeje 4 meses ya...joe q chico!jejeje q suerte y q dureis muxo timpo! x cierto me encnat tu entrada!! ^^
ResponderEliminarGran texto la verdad... Yo sigo con mi teoría de que la frase de 'nada es para siempre' no es verdad :) Pero cada uno puede pensar lo que quiera..
ResponderEliminarGracias por pasarte! :D
Besos!
Buf, hace nada yo también estaba haciendo cuatro meses con mi novio, y mira ahora 19, que rápido pasa el tiempo, cuídala, nunca des por hecho que estará ahí siempre... Mímala día a día y que sepa que la quieres
ResponderEliminarUn besazo
Me pararía a responderos a cada uno como suelo hacer siempre, pero no sé porque motivo todos pensáis que tengo a alguien, lo cual la entrada dice todo lo contrario xDDD así que no sé muy bien que decir al respecto, aparte de aclarar que no estoy saliendo con nadie, y supongo que la próxima vez tendré que expresarme mejor ;)
ResponderEliminar(K)