Pain...

Lo he vuelto hacer. Una vez más, he vuelto a mirar por si tenía alguna llamada perdida tuya.
Y una vez más, se me ha roto el corazón.
Extraño tus besos, tus abrazos, tus te quieros, tus enfados, tus risas, tus bromas...
Te extraño. Creí que podría superarlo, pero aquí me tienes, llorando sobre tu recuerdo.
Me siento más solo que nunca, y soy consciente de que nunca te podré sustituir. Me gustaría hacerme creer que soy capaz de olvidarte y continuar con mi vida, pero no es así.
Llegaste a lo más hondo de mi alma, y soy incapaz de arrancarte de ella.
Me siento terriblemente mal, como si algo me desgarrara el pecho todas las noches, dejando que se curara durante el día, para volver a destrozarlo en la tenebrosa oscuridad.
Te quiero; no sabes cuanto.
Y yo sé que tú me quieres, estés donde estés.
Estoy cansado de sufrir, de ser sin ti, de fingir ser feliz, de ver sin mirar. Pero es que me faltas tú.
Desde que has muerto mi vida es un asco.